jueves, 15 de octubre de 2009

Bitácora #6 y 7 Andrea Leiva

Andrea Leiva

Taller de Comunicación Escénica

1 octubre de 2009

En la clase de ese jueves por fin presentamos las radionovelas después de tanta espera; no que muchos estuviéramos increíblemente emocionados con “actuar” frente a todos. Aun tenemos mucha pena de actuar en público y actuar se coloca entre comillas porque en realidad teníamos que leer nuestros diálogos mientras los demás cerraban los ojos y escuchaban. Mi equipo estaba compuesto por Lety y Sofía y nosotras hicimos una radionovela a cerca de unos piratas que naufragaban y eran atrapados por unas sirenas que se los querían comer. Fue una radionovela un poco más corta que las demás pero nos divertimos mucho haciéndola. Al momento de presentarla hubo algunas fallas en nuestra coordinación de tiempos. A veces nos tardábamos mucho en decir lo que nos correspondía y en poner los sonidos de mar y lluvia pregrabados en la computadora pero al final de cuentas el ejercicio resultó y nos sentimos complacidas con él. Me gustó mucho trabajar con Lety y con Sofía. Siento que nos acoplamos mucho unas con otras y cada una de nosotras aportó algo valioso al ejercicio de la radionovela. Escuchar las radionovelas de mis otros compañeros fue también muy agradable. Me gustó mucho la radionovela que trataba de una niña abusada que se enamoraba de un panadero francés pero que en la relación se entrometía la malvada madre de la niña. La caracterización de las voces de ese equipo fue muy buena, en especial la de Ronit (la madre). Yo creo que su caracterización fue mejor que la de los otros equipos, incluyendo el mío, por el contraste de los personajes. Uno era una mujer gritona, otro la niña inocente y un hombre con acento francés. Al igual que la mayoría de los equipos la coordinación en la entrada y salida de los personajes no fue la mejor pero resultó muy bien. Después de realizar este equipo me di cuenta que me hace falta trabajar mucho en la enunciación y volumen de voz pero fuera de hizo yo opino que hicimos un muy buen trabajo.

Después de presentar las radionovelas se nos propuso trabajar en parejas para ensayar el monólogo que deberíamos de presentar el siguiente jueves. La dinámica del ensayo es que mientras uno actuaba el otro lo dirigía. Al tomar el papel de director debimos de hacerle sugerencias con respecto a la actuación al nuestro compañero obviamente para mejorar el monólogo. Leonardo y yo trabajamos juntos en este ejercicio. Yo pensaba que Leo iba a ser algo tímido con esto de actuar pero me sorprendió mucho verlo actuar tan bien y sin penas. Su monólogo fue mi favorito. Trataba de un aventurero que había encontrado una reliquia y era perseguido por “los malos” que querían quitarle el tesoro. Le sugerí que enunciara más y que al momento de realizar su monólogo realizara movimientos descriptivos con las manos y su cuerpo para hacer su actuación mucho más interesante para el público. Lo volvió a presentar y aplicó mis sugerencias y quedó muy bien. Los dos nos sentimos satisfechos con su actuación. En mi caso él me sugirió que al momento de pedir perdón sinceramente que realmente demostrara a través de mi voz que si lo sentía mucho. También me sugirió que no me moviera tanto de un lado a otro al momento de hablar. Al momento de ensayar mi monólogo de nuevo aplicando sus sugerencias también resultó mejor y los dos nos sentimos satisfechos. La verdad yo no me sentí nerviosa al momento de ensayar mi monólogo pero yo sabía que me iba a poner muy nerviosa el día de la presentación y esto fue lo que pasó la siguiente clase:

Bitácora de octubre 8 de 2009

Sí, me puse muy nerviosa al momento de presentar mi monólogo. La verdad es que no es lo mismo actuar frente a dos personas que actuar frente a un grupo de quince personas a pesar de que todos íbamos a tener que actuar solos en algún momento de la clase. No somos actores profesionales pero yo pienso que nuestro desempeño en el ejercicio fue muy bueno. En mi caso, me confundí mucho con las partes de mi monólogo pero yo pienso que lo que me salvó fue que mi personaje debía de estar nervioso al momento de hablar; tan nervioso como yo lo estaba cuando me paré al frente. A mí nunca me ha gustado actuar, siempre se me ha hecho una de las cosas más difíciles de hacer a pesar de que me encanta el teatro. Traté de disfrutar mi momento al estar frente a mis compañeros pero no me fue nada fácil. Al final de los monólogos Claudia nos dio críticas constructivas de lo mejor y lo peor de nuestra actuación. Nos dijo que para hacer creíble nuestra actuación debíamos de creernos primero nuestro personaje y después actuarlo porque si no es creíble para ti, ¿cómo esperas que sea creíble para los demás?

Después, comentamos la obra de teatro Otelo. A la mayoría de nosotros nos gustó a pesar de que duró tres horas. También comentamos la obra en la que actuó Claudia. Y nos despidieron con la noticia de que en dos semanas vamos a tener que presentar nuestro “tan esperado” strip tease, ejercicio que Giancarlo ha querido seguir aplazando para poder hacer más abdominales e impresioanarnos en su presentación.

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