Bitácora # 2 Giancarlo Schietekat Calónico

El jueves pasado 20 de agosto de 2009, tuvimos nuestra segunda sesión. La maestra la clase pasada nos había pedido que fueramos a todas las clases con ropa deportiva y tenis, sabiendo esto teníamos que estar preparados para mucho ejercicio digo obvio no como el que haces en el gimnasio pero sabíamos que nos ibamos a cansar. Comenzamos la clase con algunos ejercicios de estiramiento, después de eso la maestra nos puso a caminar en nuestro gran círculo delimitado por las bancas del salón. El propósito de ir caminando era que teníamos que aprender que el cuerpo humano puede dar diferentes tipos de velocidades, por así decirlo, tenemos que aprender a controlarlas así que la profesora decía cierto número del 1 al 10 ya que el 0 era alto total. Y nosotros debíamos caminar a esa velocidad si era mayor el número que el anterior debías acelerar y el juego consistía en estar tan concentrado en lo que hacías y decía Claudia para que lo hicieras de buena manera. Después el ejercicio se torno un poco más difícil porque incluimos en nuestras velocidades el salto y sentarse en el piso, entonces el ejericio ahora funcionaba como un semáforo si decía rojo debías parar, verde seguir, blanco sentarse y rosa brincar. La verdad fue muy divertido ya que era muy obvio cuando alguien no estaba concentrado pues era el que se equivocaba. Despúes nos reunió en grupos de 3 o 4 personas y debías encontrar la manera de representar un objeto que estaba dentro de un cuarto por ejemplo en una oficina y decías ser una engrapadora, todos debían de encontrar la forma de hacer algo en la representación. Hubo cosas muy creativas que hicieron los demás, y después lo tuvimos que hacer de manera individual, lo cual ya no estuvo tan sexy pues mi creatividad ya se había agotado, entonces quedo medio equis lo que represente, una silla. Luego tuvimos nuestro descanso de veinte minutos y regresando empezamos una actividad muy divertida, que era mandar un aplauso a la otra persona y luego con palabras, siempre viendo a la otra persona y después de dominarlo y de muchas carcajadas; pasamos a uno que era como un teléfono descompuesto pero se iba regresando, un poco difícil de explicar por escrito. Una vez dominada la actividad la volvió más difícil la maestra mandando dos mensajes, uno a su lado izquiero y uno a su lado derecho y teníamos que lograr que los dos dieron la vuleta completa y llegarán a la profesora de nuevo, lo cual al principio fue un poco lento ya que nos daba risa o se equivocaban en algo básico pero concentrados lo logramos mucho más rápido. Y por último en esa sesión, nos tocó pasar a enseñar los trabajaos que habíamos hecho sobre los compañeros que nos había tocado describir.

Fue un día muy divertido, un tanto cansado pero te hace llegar con ánimos a la clase el saber que no vas a estar sentado durante cuatro horas en la banca sin hacer nada más que tomar clase.