miércoles, 26 de agosto de 2009

Bitácora 2 (Leonardo Hernández)

El jueves 20 de agosto tuvimos la segunda sesión de Comunicación Escénica. Al inicio de esta acomodamos las sillas del salón de modo que hubiera espacio suficiente para las actividades que realizaríamos a continuación. Una vez hecho esto, hicimos un círculo y procedimos a hacer ejercicios de estiramiento, equilibrio y respiración. Después de unos minutos haciendo estos ejercicios, comenzamos a caminar, primero lenta y tranquilamente, pero después Claudia comenzó a decir números del 0 al 10 con los cuales modulábamos la velocidad con la que nos movíamos. Después de caminar un rato, Claudia asignó colores a diferentes movimientos (sentarnos, correr, brincar y caminar, detenernos) y, al escuchar el color, deberíamos hacer el movimiento correspondiente. Al principio era fácil, pero las cosas se complicaron cuando el color asignado a cada movimiento cambió. Lo mismo pasó con las actividades siguientes; tras concluir el ejercicio, nos volvimos a acomodar en círculo, parados, y, tras hacer un ejercicio en el que habríamos de decir el nombre de todos los compañeros, Claudia empezó a “mandar” palmadas a diferentes personas, quienes se las tenían que mandar a alguien más y así sucesivamente. Todo iba bien hasta que, además de las palmadas, tuvimos que mandar palabras diferentes, con lo cual todo se complicó y después de un rato ya nadie sabía que onda. Para el siguiente ejercicio tuvimos que concentrarnos bastante como grupo, ya que consistía en transmitir dos mensajes diferentes casi simultáneamente. En un principio fue frustrante ya que algunos no agarraban bien el sentido, pero al final logramos pasar ambos mensajes. Antes de terminar la clase cada quien presentó su exposición sobre el compañero o compañera que se le había asignado la clase anterior y así fue como terminamos la segunda clase.

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