Bitácora 3. Leonardo Hernández

En la clase del jueves 27, comenzamos moviendo las sillas y después con los ejercicios de estiramiento que habíamos practicado ya en sesiones pasadas. Tras estos ejercicios, Claudia nos pidió que camináramos rápido por el salón y que usáramos nuestra memoria para poder ubicar a compañeros o la forma en que iban vestidos en el momento en que nos deteníamos y cerrábamos los ojos. Tras hacer esto un par de veces, nos acomodamos en círculo y Claudia nos asignó un número a cada uno. Mientras Claudia marcaba un ritmo tronando los dedos, nosotros teníamos que decir nuestro nombre y nuestro número durante el tiempo que ella nos viera. Una vez que todos le agarramos la onda al asunto, comenzamos a caminar nuevamente y a decir nuestros nombres y números. El reto era decirlos 3 veces, de ida y vuelta, y esto fue algo que costó bastante trabajo, pero que, eventualmente conseguimos. Al finalizar este ejercicio, nos reunimos en equipos, con los cuales ideamos máquinas imaginarias, las cuales tendríamos que representar corporalmente. Desafortunadamente, este fue el último ejercicio que realicé en esa sesión ya que me tuve que retirar para poder ir a ver Otelo.