martes, 1 de septiembre de 2009

3era Bitácora. Alexa Gamboa P.


 En esta tercera sesión ya sabía mas o menos a lo que me iba a enfrentar o por lo menos, ya sabía como debía de llegar a la clase desde pies hasta cabeza, pants y ropa cómoda para poder desempeñar bien los ejercicios pedidos por la maestra.

Al igual que la segunda sesión, calentamos nuestro cuerpo que más allá  que se esta volviendo un hábito para iniciar la clase, me gusta estirarme para despabilarme un poco después de haber comido y para evitar lesiones.
Luego continuó la clase caminando todos por todo el salón a diferentes velocidades y direcciones, siendo sincera, no me gusta mucho esta actividad porque acabo cansada para desempeñar la siguiente actividad.

Claudia nos hizo formar un
a media luna y a cada quien se le puso un número y teniamos que seguir a Claudia al tronar los dedos pero el chiste era mencionar nuestro nombre y número pero con un ritmo. Después de adquirir dicha concentración entre tantas risas y distracciones, volvimos a caminar por todo el salón pero ahora teníamos que hacer la misma actividad de mencionar nuestro nombre y número pero 3 vueltas, es decir, 3 veces consecutivas.
Hubieron varias risas y enredos que por un momento sentía que me explotaba la cabeza porque esta actividad requería de mucha concentración y escuchar a los demás para no olvidar nuestro turno. Me gustó el objetivo de la actividad pero al final me desesperé demasiado.

Que mejor que un descanso para distraernos de tanta agitación  al regresar en parejas 
pasábamos enfrente  de nuestros demás compañeros y uno entrevistaba sobre alguna especialidad rara que tuviera el otro. Me encantó esta actividad porque además de que me  di cuenta que mi nivel de confianza con mis compañeros era más grande, pude hablar enfrente de los demás y desenvolverme como lo deseaba pero claro que las risas intervinieron por las cosas tan poco creíbles que trataba mi especialidad.



Las horas pasaban y al ser tan dinámica y divertida la clase de pronto faltaba una hora para acabar el día. La última actividad me gustó mucho a pesar de que no veía ya que pude confiar en mi compañera y ella en mi al caminar por toda la ibero e incluso jugar con otras 2 compañeras a Marco Polo.
 
  Casi se me olvida, también realizamos con movimientos corporales, expresiones y sonidos nuestra máquina ideal. Para mi fue muy fácil saber que tipo de creación era mi sueño, una máquina que le pidiera lo que fuera de alimento y que al segundo me lo proporcionara. Que increíble sería que existiera pero aún así fue fácil de actuarlo.

No hay nada mejor que un buen desempeño en la clase, acabar aunque sea 20 minutos antes y saber que en cada clase voy aprendiendo algo nuevo y que mi seguridad para expresarme y hablar en público va aumentando.

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